Andrés Ehrenhaus no sólo tiene una larga experiencia en traducir para distintas variedades del castellano; no sólo tiene una intuición rítmica casi indefectible. Es un escritor que ha creado para sus ficciones una entera lengua hecha con léxicos y dicciones de muchos rincones del español, neologismos y convincentes apropiaciones de especies de otros idiomas. Es un lector devoto y responsable de Shakespeare. Y está acuñando una teoría radical de la traducción basada en el examen minucioso y desprejuiciado de la superficie de un texto como única manera de llegar a alguna captura profunda. Esta versión es un gran logro de exactitud en los matices prosódicos, fidelidad textual y soltura enunciativa. Hay algunas traducciones de los Sonetos que optan por el alejandrino para dar espacio a la mayor laxitud del español; hay otras en endecasílabos que, para observar la rima y mantener la economía, fuerzan tortuosamente la frase; y hay muchísima otras, pero no conozco ninguna que suene tan a Shakespeare y tan al oído de uno cualquiera de nosotros.
Marcelo Cohen