“La Isla Maciel, el teatrito, el circo, empezaron a estar cada vez más lejos. Y ajenos… Me parecía que aquella Perla que iba al teatro con Pepa no era yo y que había sido una tonta. Qué ingenua me veía… Me puse distinta, cínica. Lo único que me importaba era mi belleza. Era mi pasaporte al vento. Tenía el mundo a mis pies. Vento, mucho vento. Me cubría una capa de sensualidad, hecha de perfumes, de telas sedosas, de cremas, chales vaporosos, cigarros, humo…”
Nora Mazziotti
Profesora en Letras, enseña en distintas universidades.
Ha escrito libros y artículos ensayísticos sobre temas de teatro y televisión. Publicó La cordillera, novela, (Paradiso, 2010).