¿Qué es la escritura? Un misterio. Algo parecido a la materialización del espíritu, por eso la tradición judeocristiana llamó Escrituras a los relatos fantásticos –Borges dixit– que darían cuenta de Dios. Pero como nosotros somos nietzscheanos, y ya sabemos que Dios ha muerto, sólo nos queda el misterio. El ejercicio de un misterio. En La vida sin espectáculo, Leonardo Novak compone una escritura tan original, tan personal como propia de una reciente tradición walseriana: Baron Biza, Cristoff, el mejor Saer. Y por supuesto, Gustavo Ferreyra. Es decir escrituras que parecen incluirlo todo, donde no hay más allá, donde no hay afuera de esa escritura.
Dije que no hay más allá, pero sin embargo se narra, se trama y se cuenta algo en estos relatos. Algo que se podría definir en este acierto de Novak: “Cada uno sigue más bien enfrascado en sus pequeñas situaciones particulares”. ¿La contemporaneidad? Ada o el ardor. Pero en este tiempo lo único ardoroso, insufrible, son las fantasías de los personajes. Las cabezas de Novak son de azufre, de irrespirable aire marciano.
El notable título de este segundo libro de Novak no es menos notable que su contenido: La vida sin espectáculo. O esa materia opaca y densa en la que transcurren los días y que sólo puede redimir la épica de la palabra, del estilo, de la poesía.
Edgardo Scott
Leonardo Novak
Nació en Temperley, provincia de Buenos Aires, en 1983.
Es licenciado en Ciencias de la Comunicación. Fue docente secundario y universitario. Actualmente, trabaja como guionista y es coeditor de la revista HUMO. En 2012 publicó su primer libro de cuentos, Monjas chinas (Alción, 2012), que recibió una Mención Especial en los Premios Nacionales de Literatura 2010-2013.