Los cuentos de Todo lo que toca consolidan los núcleos que en la ópera prima de Rogelio Lart funcionaban como la condición del relato, su razón y su fuerza de exploración, pero ahora esos núcleos, que son la criminalidad, la realidad, la historia y la literatura, confluyen en dos emergentes, dos vectores que regían solapados: la violencia, que es el tema, pero siempre asentada en su matriz política, incluso cuando se trate de la infancia o la subjetividad; y la ficción, que es aquí la posibilidad de atravesar el tiempo, horadarlo, y refutar la realidad. Violencia y ficción. Los relatos de Lart, en la progresión que trabajan desde La máquina de matar ilusos, dicen que la forma del cuento requiere entender de qué modo todo ese sistema debe tributar en el valor político de la literatura.
La ficción, que operaba como el instrumento que habilitaba el funcionamiento de esa matriz, en Todo lo que toca es el mecanismo de una disputa sobre el control de la realidad, de su desquicio inverosímil, sus formas discursivas y sociales, sus hechos y sus consensos, sus sentidos. Es una máquina política del tiempo que viaja al pasado para transformarlo. Estos relatos radicalizan esa ilusión, pero lo hacen porque es la forma que eligen para hablar del futuro.
En ese movimiento el libro de Lart parece disputarle a la realidad los hechos, pero en verdad los coloca en un campo de posibilidades y los ilumina con una nueva fuerza de sentido. Allí explicita sus homenajes y filiaciones, y les produce, como en cualquier filiación, una torsión, algún desvío. El desquicio inverosímil de la realidad: ese es su pulso y su confrontación, y de todas esas variables está hecho su viaje en el tiempo hasta el asesinato de Rodolfo Walsh.
Fernando Murat
Rogelio Lart
nació en Buenos Aires el día anterior al Cordobazo.
Estudió Ciencias Políticas en la UBA y realizó estudios literarios en diversas instituciones. Publicó el libro de cuentos La máquina de matar ilusos (Paradiso, 2021).
Algunos de sus relatos fueron publicados en la revista Burak y en Tren Insomne.